Así funciona la hipoteca para reformar la vivienda, la alternativa a los préstamos sin importar si has pagado la casa o no
Al comprar una casa de segunda mano suele necesitar algún tipo de reforma para mejorar la calidad de la vivienda o la estética de las estancias. Sin embargo, después de pagar la entrada, con el elevado gasto que conlleva, algunos propietarios prefieren ahorrar dinero y contratar un préstamo que financie las obras. Lo que pocos saben es que también es posible solicitar una hipoteca al banco para hacer reformas en casa. De esta forma, existe la opción de obtener la financiación y pagar poco a poco el coste de la reforma al utilizar el propio inmueble como garantía, sin necesidad de alterar las finanzas personales ni recortar gastos.
¿Hipoteca o préstamo bancario para reformar la vivienda?
Las hipotecas para reformar un piso o una casa están orientadas a los propietarios que siguen pagando la hipoteca con la que compraron la vivienda o que ya han terminado de pagar. Mientras que todavía hay una creencia extendida de que este tipo de préstamo solo sirve para adquirir un inmueble, en realidad el banco también lo concede para emprender reformas, mejorar la eficiencia energética o modernizar la casa. Además, hay ayudas de hasta 18.800 euros para reformar tu vivienda o rehabilitar la fachada.
Aun así, es importante considerar si es mejor solicitar una hipoteca o un préstamo para reformar la vivienda. Los expertos de Fotocasa indican que la respuesta depende de la magnitud de las obras. Cuando la casa necesita una reforma integral hay que tener en cuenta que el coste será mayor, por lo que en este caso conviene contratar una hipoteca para reformas. En cambio, cuando la obra es pequeña, como renovar el baño o la cocina, la mejor opción es optar por préstamos porque son más rápidos y los requisitos son menos estrictos.
En el caso de tener una casa sin deudas, es decir, con la hipoteca ya pagada, el propietario puede pedir otra hipoteca nueva. El requisito es demostrar solvencia económica y el banco prestará el dinero necesario para las obras, que el hipotecado devuelve cada mes al pagar una cuota hipotecaria. Se trata de la mejor alternativa siempre que la reforma sea de mayor envergadura y, por tanto, sea cara. Por ejemplo, es buena idea cuando es necesario renovar toda la instalación eléctrica, hacer mejoras para la accesibilidad o actualizar varias estancias. Estas hipotecas financian los gastos iniciales o cubren reformas.
Cuando el propietario todavía está pagando la hipoteca que el banco concedió para comprar la vivienda también es posible conseguir financiación para la reforma. En lugar de contratar una nueva, la entidad bancaria suele ampliar la hipoteca para sumar el coste de las obras. Es decir, se paga la casa y la reforma dentro de la misma cuota o una similar a la que se pagaba anteriormente, lo único que amplían el plazo para terminar de pagar el préstamo. Otra opción es actualizar la cuota para desembolsar más dinero cada mes y mantener el plazo.
Requisitos de una hipoteca para reformar vivienda
Las hipotecas para reformar una casa ya pagada es sencillo, aunque hay que cumplir una serie de requisitos y así el banco se asegura de que el hipotecado tiene la capacidad económica suficiente para devolver el dinero. La principal exigencia es que el propietario sea quien solicita la hipoteca y la vivienda esté sin cargas. En otras palabras, debe tener el 100 % de la propiedad del inmueble sin ninguna deuda pendiente. Por otra parte, los expertos advierten de estos costes extra al hacer reformas en casa.
El siguiente requisito para una hipoteca orientada a la reforma de una vivienda es que el propietario demuestre unos ingresos estables. La entidad financiera se asegura de que el solicitante podrá pagar la cuota sin problema. Para ello, resulta útil facilitar la nómina, el justificante de la pensión o el certificado de autónomo junto a documentos como la vida laboral o la declaración de la renta. Al igual que sucede con la hipoteca para comprar una casa, el banco establece una edad límite a partir de la cuál es muy difícil que otorgue préstamos. Por lo general, el límite está entre los 70 y 75 años. Cuánto más avanzada sea la edad, más corto será el plazo para pagar la hipoteca.
Asimismo, antes de nada es importante presentar cuál es el presupuesto de la reforma. El presupuesto debe detallar el coste de las obras, que normalmente lo emite la constructora que se encargará de la renovación. Esto sirve para que el banco calcule qué importe de financiación concedería. A esto se suma la tasación de la vivienda, ya que el porcentaje de la hipoteca que te da depende de cuánto vale el inmueble.
